Cuenta la leyenda que el día 21 de Febrero de 1817 un pájaro de vistoso plumaje se posó en las tapias de una casa, a la misma hora que un bebé llegaba al mundo, esté niño ennobleció y engrandeció el Romanticismo Español.
De nombre José Maximiliano Zorrilla Moral… El inmortal D. José Zorrilla.
Sus padres, le quisieron encauzar por el camino de las leyes, y apartarle de versos y teatro, y le sometieron a vigilancia, pero esto no pudo evitar que desarrollara una apabullante fantasía y un extraordinario amor por el teatro.
Se fue a Madrid a los 20 años decidido a lograr el triunfo y a vivir de la literatura, pero los comienzos no fueron fáciles, hasta que tras componer unos versos en homenaje a Larra se le abrieron las puertas para colaborar en periódicos y publicaciones. Tuvo una ingente capacidad creadora con 33 obras dramáticas pero si una le llevó a la gloria ha sido sin duda Don Juan Tenorio, escrita en tan sólo 21 días y que le ha dado la fama eterna.
Quien no ha recitado alguna vez…
Ah! ¿No es cierto, ángel de
amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga, llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores
que brota esa orilla amena;
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la barca del pescador
que espera cantando el día,
¿no es cierto, paloma mía,
que están respirando amor?
Esa armonía que el viento
recoge entre esos millares
de floridos olivares,
que agita con manso aliento;
ese dulcísimo acento
con que trina el ruiseñor
de sus copas morador,
llamando al cercano día,
¿no es verdad, gacela mía,
que están respirando amor?
Lector del emperador Maximiliano I, Miembro de la Real Academia Española, Cronista Oficial de Valladolid, Poeta Nacional, estos y muchos otros cargos y actividades ostentó.
Se fue para siempre en 1893 y desde 1896 sus restos descansan en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres tal y como fue su deseo.
El gran poeta romántico llevó el nombre de Valladolid con orgullo y por eso en la ciudad cada día le rinden homenaje, su estatua presidiendo la Plaza del mismo nombre, donde comienza la avenida más larga y principal de la ciudad que lleva su nombre, también un teatro, y un estadio, cada día su nombre se pronuncia por miles de personas.
Mención especial tenemos que hacer a su Casa Museo, un rincón de la ciudad, ubicada en la antigua Calle de la Ceniza, hoy Calle Fray Luis de Granada, que es un auténtico remanso de paz, guardiana del eco de un tiempo en el que fue escenario de momentos irrepetibles. Un lugar de culto literario, territorio en el que la magia de la poesía se manifiesta.
Imprescindible visita para vallisoletanos y viajeros, podéis ver toda la información de su amplio abanico de actividades en su web Casa Museo José Zorrilla
Descubre el lado más romántico de Valladolid. Desde Welcome Castilla y León os acompañamos a visitar los rincones idóneos para declaraciones de amor…